jueves, 16 de junio de 2016

Justicia reparadora

Dos asuntos en las últimas semanas. Dos situaciones ¿injustas? de dos jóvenes que ingresan en prisión por delitos menores tras pasar un lustro desde su comisión. Ambos pidieron el indulto y éste no llegó. Estos días el ministro de Justicia, Rafael Catalá, se afana en defender la postura del gobierno y tira para ello de antecedentes penales de ambos jóvenes, dejando en manos de informes judiciales la situación de cada uno de ellos.
 
Resultado de imagen de rafael cataláJusticia lenta y exquisita la que se aplica en este país. Y un ministro que aún teniendo competencia nada se plantea sobre el devenir de estas dos situaciones que conforman dos granos de arena en la generalidad, en la montaña, de nuestra justicia. Frente a la que se administra en otros países de nuestro entorno, la nuestra es lenta, sumamente lenta, y sin un claro fin que no sea "el ojo por ojo". Me enfada esto enormemente.
 
Pero si el objetivo de una condena privativa de libertad es orientar a la reeducación y reinserción social del delincuente, la pregunta es ¿cómo es posible que ingresen en prisión quienes ya son positivos para la sociedad? No tiene sentido. Afortunadamente, hoy conocíamos que un Juzgado de lo Social declaraba nulo el despido de un vecino que fue despedido durante su internamiento en prisión. Menuda justicia aquella que se desprende de su fin último y que no da una segunda oportunidad a quien la merece.  

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