viernes, 19 de junio de 2015

Borro mi vida por Rafael Román

Coincido plenamente con la opinión de mi compañero Rafael Román expresada en su particular "En román paladino". En esta ocasión sobre el revuelo generado con los "twitts" de algunos concejales y concejalas noveles. 

"Toda la vida divirtiéndome disparando a todo lo que se movía en Facebook, en Twitter y en lo que tocara  y ahora ando borrando de día y de noche todo lo que escribí ¡y todo por ser concejal!”. La broma de haber sido elegido concejal a algunos le está resultando estos días insoportable. En tiempos del franquismo la policía borró todos los ficheros que pudo por los  burdos procedimientos de la trituradora o la quema de papeles aunque  los maderos  más agudos y aficionados a la historia supieron ponerlos a buen recaudo. Si tenían corazón  daban las fichas a los opositores amigos. Otra parte se salvó en los archivos –entonces todos nacionales, ninguno autonómico-.

El paroxismo inquisitorial que se ha desatado está dando la impresión de que algunos quieren que se pregunte  a miles de concejales  en que bando lucharon en la Guerra Civil. Dónde estuvieron el 23 de febrero. ¿Con Tejero o con el Gobierno preso en el Congreso? Habrá que saber que votaron en la Constitución. ¿A favor, en contra o abstención?  La verdad es que no habían nacido en ninguna de estas fechas o estaban tomando biberón o pecho materno,  según los casos.

En un país que no ha preguntado nada durante tanto tiempo a nadie. Ni los que construyeron como presos políticos el Canal del Bajo Guadalquivir o el Valle de los Caídos le preguntaron a sus torturadores ¿de qué hablamos ahora que ha llegado la democracia?”,  resulta chocante los consejos de guerra sobre los tweets de 140 caracteres en los que algunos han volcado comentarios irreflexivos, ofensivos o vejatorios, y digámoslo claramente, absolutamente estúpidos.

¿Cómo se borraba una vida? Hace años, escondiéndose,  en Andalucía tirándose al monte, escapando por Gibraltar o Tánger, no escribiendo en periódicos y no dándose a conocer. ¿Cómo se borra ahora? Dándote de baja de Instagram, Twiter, Linkedin, Facebook… Reclamando a Google el derecho al olvido. Estamos en manos ajenas por culpa de las manos propias que previamente volcaron la vida de cada uno en las redes sociales.  Hagamos borrón y cuenta nueva una vez más en nuestro país. Antes por la colaboración con la represión, ahora por haber escrito sandeces vía Internet. Mañana ¡Hablaremos del Gobierno!"

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