martes, 20 de mayo de 2014

Se hará justicia

Eso espero y deseo. 15 de julio, esa es la fecha. Ese será el día en el que se celebrará el juicio por mi despido de ISE Andalucía. Una demanda interpuesta tras la ausencia de respuesta del Director General del Ente Público a la reclamación previa. Tres opciones. Que el juez confirme el despido por causas objetivas. Que estime que el despido ha sido nulo por vulneración de derechos fundamentales, correspondiendo la readmisión al puesto de trabajo. Que estime que no había causa para el despido, calificándolo como improcedente, lo que supondría la readmisión o el abono de mayor indemnización.

Sea la decisión que sea. Aunque, deseo y espero que sea considerado nulo, porque solo así entenderé restituido el derecho fundamental que entiendo vulnerado: el de la participación en los asuntos públicos, en política, cualquiera de las tres decisiones costará a las arcas autonómicas, y mucho a mi entender.

El salario en ISE Andalucía

Cuando publiqué la carta de despido, quise hacer un ejercicio de transparencia. No oculté ni uno solo de los datos que aparecen en ella. Ni el salario. Recibía por mi trabajo, cumpliendo con mis obligaciones laborales, en el año 2013, 4.214 euros brutos mensuales (incluyendo pagas extras e incentivos por cumplimiento de los objetivos en ese año), líquidos entorno a 2.450 euros mensuales. Soy consciente de que muchos jóvenes preparados, formados, titulados universitarios no han conseguido obtener un trabajo en el que se les remunere ni la mitad. Algunos ni siquieran han tenido la oportunidad de tener un puesto de trabajo. Pero este salario, el que percibía, es el que en esta empresa recibe cualquiera de los treinta y seis administradores de ISE Andalucía. Un puesto, categoría A de la Administracioón, que solo puede ser ocupado por titulados universitarios. En el supuesto de los Administradores y Administradoras de Gestión de Servicios de enorme complejidad y de responsabilidad provincial. En el que eres la penúltima' responsable, por ejemplo de los 13.000 escolares que cada día, a la salida y entrada de su centro eccolar, se montan en los autobuses, o de los 15.000 alumnos/as que hacen uso del comedor.

Ahora percibo menor salario. Suficiente para mí y mi familia. Ahora con los alumnos y alumnas desarrollo otro tipo de trabajo. Igual de satisfactorio, porque no hay nada más gratificante que aportar tu granito de arena al sostenimiento de la enseñanza pública. Ahora desde las aulas.

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