domingo, 4 de mayo de 2014

La imputación, el camino para demostrar mi inocencia

El pasado jueves conocía a través de la prensa la existencia del auto dictado por el Juzgado de Instrucción núm. 2, en el que parece que se me imputa en el caso ISE. No puedo escribir sobre el auto en sí, ni sobre aquello que pueda afirmar el juez sobre mi, puesto que aún no he sido notificada. Y ello es simplemente, porque hasta ahora, desde que fui a la Guardia Civil a declarar, el pasado 11 de julio de 2013, no he tenido noticias del juzgado, salvo la providencia dictada el 4 de septiembre de 2013, en la que el juez consideraba que no podía darme traslado de la diligencias que se hubieran practicado hasta el momento, por no ser parte del proceso. Por ello, desconozco qué se ha instruido, qué indicios tiene el juez sobre mí o sobre cada uno de los imputados. 

Esta imputación vendrá a demostrar mi inocencia en el asunto que se investiga. Un asunto meramente profesional, puesto que en esta empresa no era cargo de libre designación, ni asesora, ni disponía de contrato de alta dirección. 

Confío en la justicia. Nada tengo que ocultar, nada tengo que temer. Por ello contesté a todas y cada una de las preguntas que me formuló el pasado verano la Guardia civil. Ahora tendré el momento para explicarle al juez lo que viví esos años. Hechos ya conocidos por todos, tras la publicación del pasado fin de semana en La Voz de mi "historia laboral" y de mis desavenencias continuadas con algunos de los imputados: Fernando Ameyugo, Salvador V.R., Francisco R. e Ignacio G.G. -los tres primeros ex trabajadores de ISE Andalucía y el último aún arquitecto de la Gerencia Provincial de Cádiz-.

La defensa del Estado de Derecho, es también la defensa de la presunción de inocencia. Derecho fundamental regulado en nuestra Constitución. Por ello, agradezco las palabras de la Alcaldesa en la rueda de prensa del pasado viernes. Pero he de decirle, que jamás he pedido la dimisión de concejal alguno. Soy dueña de mis palabras. Y no recuerdo y he buscado y rebuscado alguna noticia en la que yo hubiera pedido la dimisión, por ejemplo, de Ignacio Romaní. La autoría fue de otros. Ni siquiera pedí la dimisión de José Blas Fernández cuando estuvo un año imputado, tras la querella que interpuso el grupo municipal sodcialista, por ocultación de información.

Lo dicho. Soy inocente y así lo demostraré. Y cerrar así este desagradable capítulo de mi vida laboral.

2 comentarios:

  1. Animo Marta, eso es algun miembro / a, como se decia en el colegio que tiene mania. Te ruego que no tires la toalla. Suerte. Hay muchos en tu partido que estan imputados y en cargos mas alto que el tuyo. No voy a decir nombre.

    ResponderEliminar
  2. Ahora va a resultar que es bueno estar imputad@. Que digo yo que lo bueno es no estarlo, esa es la mejor de las opciones. En mi vida es oido a nadie decir lo bueno que es estar imputado por presuntos delitos. En fin, que no entiendo nada.

    ResponderEliminar