domingo, 23 de marzo de 2014

Mi salario y las ausencias justificadas

Publiqué la carta de despido sin ocultar dato alguno, como muestra del ejercicio de transparencia que debemos hacer todos y todas. El salario bruto mensual de 2013, incluyendo como bien expresaba el Director General los incentivos que percibí por cumplimiento de objetivos el año pasado, una prueba más de que hice el trabajo que correspondía y fui gratificada por ello, hecho que demuestra que no es cierto lo que algunos compañeros de partido van rumoreando por ahí que hice "dejación de mis funciones" o como fuentes de ISE Andalucía información al Diario de Cádiz que "no cumplía con mis obligaciones". A estas alturas, ya nadie duda, tras haber publicado la carta de despido, que éste se ha producido por acudir a los plenos y a las comisiones del Ayuntamiento.

La organización cuenta con un Director General, ocho directivos en Servicios Centrales y ocho gerentes -uno por cada provincia-. Todos ellos tienen contrato de Alta Dirección con cláusula de confianza y con una cláusula de blindaje para cuando son cesados o despedidos. Algunos de estos directivos perciben además una cantidad para gastos de alquiler. En muchas ocasiones la representación sindical de ISE Andalucía ha solicitado al Director de Recursos Humanos, Luís Serrano Sánchez, que informe a los trabajadores sobre esta remuneración en especie. Esta petición no ha tenido respuesta, porque respecto a los directivos el mutismo y la ocultación es abosluta. Por cierto, otro error en la información que Pedro Ingelmo firmó. Casto Sánchez jamás ha sido Director General de ISE Andalucía. Los Directores Generales en estos ocho años de existencia de la empresa han sido: Fernando Contreras Ibáñez, Miguel Ángel Serrano, Aurelia Calzada y Paco Pérez.

Por debajo de los directivos, están los puestos de Administradores. Treinta y seis en total en toda Andalucía. En el caso de las Gerencias, uno para las cuestiones administrativas -gestión de servicios, contratación y facturación- y otro de carácter técnico, encargado de dirigir a los técnicos y técnicas que hay en la Gerencia para todo lo relacionado con la gestión de las obras y el equipamiento de los centros escolares. Todos tienen contrato laboral indefinido a tiempo completo, sin cláusula de confianza, como única norma que les rige el Estatuto de los Trabajadores. Todos cobran exactamente lo mismo que cobré yo. Una cantidad fija -salario base, complemento de exclusividad, antigüedad y pagas extras- y un variable, compuesto por dos complementos salariales o incentivos. Uno de ellos en función del cumplimiento de objetivos de la oficina a la que pertenezcas y otros denominado de "dedicación personal" que va en función de la valoración que sobre ti y el desempeño de tu puesto de trabajo hacen tus superiores. El pasado año 2013 la valoración que hicieron sobre mi fue satisfactoria, cobré ambos complementos -el de cumplimiento de objetivos empresariales y el de dedicación personal-, por ello mi salario mensual fue elevado.

Ahí, está la cuestión. Decía Pedro Ingelmo que las ausencias computadas en abril y mayo de 2013 conformaban un "porcentaje impactante", añadiendo que el Director General de ISE Andalucía entendía que "si él pagaba un sueldo, y pagaba un buen sueldo, Meléndez tenía que trabajar". !Y tanto que trabajaba! Trabajaba igual que todos los administradores, pero en menor tiempo. Un concepto que Ingelmo no entenderá porque si él fuera funcionario, sería como aquellas que me he encontrado en mi oficina, de las que pican y con eso creen que tienen derecho a exigirle a la administración su retribución mensual. No, Pedro, la administración tiene que ser eficaz y eficiente. Te recomiendo que entiendas la diferencia de ambos conceptos. No sólo se ha de dar solución a los problemas, sino en el menor tiempo posible. Y durante el tiempo que he desempeñado, en algunos momentos podría decir que me han dejado desempeñar mi trabajo (esta apreciación la dejaré para otra entrada en este blog) he intentando siempre ser eficaz y eficiente, y creo que lo he sido sino no hubiera percibido los complementos por cumplimiento de objetivos empresariales y por dedicación personal. He sido eficaz y eficiente, no sólo con el cumplimiento de mis obligaciones como trabajadora de ISE Andalucía, sino también con el cumplimiento de mi obligación, que también mi derecho, a ejercer el cargo de concejala (claro está, esto igualmente en lo  que me dejan).

No recuerdo que la Delegada de Educación de Cádiz haya tenido problema alguno con la gestión de los servicios que se llevaban desde la Oficina de Gestión de Cádiz, salvo el asunto de los comedores gestionados por la empresa Brâssica, que afectaba a cuatro provincias, y que una vez decidido por Servicios Centrales la resolución del contrato a esta empresa, en dos semanas resolvimos el contrato y licitamos por urgencia y procedimiento negociado sin publicidad un nuevo contrato. O el asunto de las monitoras administrativas, a las que en estos momentos hago lo que no pude hacer cuando surgió el conflicto, mostrar mi total apoyo hacia ellas -algún día les podré enseñar los correos electrónicos remitidos a mis superiores contrariando las decisiones que desde arriba se tomaban-. Por eso, lo incomprensible de la situación, me despiden por dedicar parte de mi tiempo laboral, el tiempo indispensable, para ejercer el cargo de concejala, aún habiendo cumplido con mis obligaciones laborales, como lo demuestran los incentivos. !Y como no!, resulta chocante, que ahora casi un año después -las ausencias computadas sean de abril y mayo de 2013-, vengan ahora con esto. Porque además nunca me han preguntado, nunca me han llamado al despacho del Director General, nunca me han consultado si mi deber como concejala para mí era ineludible. No lo han hecho porque sabían mi respuesta. No sólo es un deber ineludible, porque me han elegido más de 13.000 gaditanos, sino porque además es el ejercicio de un derecho fundamental, el de participar en los asuntos públicos: el ejercicio del sufragio pasivo.

Pero, claro, el otro día una buena amiga me daba la clave a todo esto. Además de las interpretaciones políticas que pueda tener el asunto, de los supuestos "navajazos", del descrédito al que me han querido someter, decía mi amiga que en en mi despido también hay una situación de "techo de cristal". Reflexioné y le dije, tienes razón. Claro que sí. Que conozca el anterior Gerente Provincial de Sevilla, Diego Ramos Sánchez, desde el pasado 11 de febrero Director General de Participación y Equiadad de la Consejería de Educación, ejerció su labor como Gerente Provincial y concejal de Mairena del Aljarafe (Sevilla). Salía y entraba para cumplir sus obligaciones como concejal de ese municipio y nunca se dudó de su capacidad. Ni yo dudo de la misma. Lo tuve como jefe  cuando la anterior Gerente se marchó y aún no habían nombrado a Natalia Álvarez, quince días en los que trabajamos magníficamente. También el actual Gerente Provincial de Sevilla, José Manuel González Zarco, compatibiliza su actividad como concejal de Tocina y el cargo de Gerente Provincial. No me ha dado tiempo a conocerlo, pero, supongo que a él no se le aplicará el artículo 52 d) del Estatuto de los Trabajadores. Quizás la clave esté en este enlace http://www.diariodesevilla.es/article/provincia/1660399/una/reforma/legal/obliga/cesar/parte/los/cargos/confiaza/villalobos.html
Claro que sí, cuando la única expresión que utilizó Natalia Álvarez el día que me entregaron el despido fue que el Director General le había dicho que una administradora tenía que estar el cien por cien de su tiempo en la oficina y no podía entrar y salir para ejercer el cargo de concejala, todo ello por la responsabilidad que desempeña... cuánto más, la responsabilidad de ser Gerente, ¿no?

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